Olla de San Antón: Historia, Tradición y Sabor de un Plato Único en la Gastronomía de Granada
En el corazón de Granada, cada mes de enero, la gastronomía tradicional alcanza su máxima expresión con la celebración de la Olla de San Antón , uno de los platos más icónicos de la cocina rural granadina. Enraizada en la tradición popular y en la cultura agrícola, esta contundente receta es mucho más que una comida: es un símbolo de la cocina de aprovechamiento, de la convivencia vecinal y de la celebración de la matanza.
Si aún no conoces la historia, los ingredientes o la forma de disfrutar este plato tan típico, quédate, porque vamos a descubrir juntos todo lo que hace de la Olla de San Antón un emblema de la cocina de invierno en Granada.
Origen y tradición de la Olla de San Antón
Una receta ligada a la matanza
La Olla de San Antón tiene su origen en el medio rural , cuando tras la matanza del cerdo (en invierno) las familias granadinas elaboraban este plato para aprovechar todas las partes del animal . Nada se desperdiciaba: desde la careta y las manitas hasta la panceta, la morcilla o el tocado (parte grasa del cerdo).
La receta tradicional, además, incorpora legumbres y hortalizas de temporada, como habas secas, judías blancas, arroz o patatas, creando un guiso rico, potente y perfecto para combatir el frío de enero.


San Antón, patrón de los animales
Este plato se asocia directamente a San Antón , patrón de los animales y de las labores agrícolas, cuya festividad se celebra el 17 de enero . En torno a esta fecha, era costumbre preparar la olla y compartirla entre vecinos y familiares, como símbolo de agradecimiento por los frutos de la matanza y convivencia comunitaria .
A día de hoy, en muchos pueblos de Granada, la tradición sigue viva, y durante las fiestas de San Antón se celebran jornadas gastronómicas donde la Olla de San Antón es la gran protagonista.
Ingredientes tradicionales: el alma de la Olla de San Antón
La auténtica Olla de San Antón no admite atajos. Estos son sus ingredientes clave:
- Carnes del cerdo: careta, espinazo, tocino, panceta, oreja, costilla y morcilla.
- Legumbres: habas secas y judías blancas.
- Arroz: aporta cuerpo y textura.
- Patata: el toque de suavidad.
- Verduras y condimentos: cebolla, ajo, pimiento choricero, laurel, pimienta negra y pimentón.
El resultado es un plato contundente, lleno de sabor y con una carga histórica que convierte cada cucharada en un viaje al pasado rural de Granada.

Un plan gastronómico completo y para compartir
La Olla de San Antón es un plato pensado para compartir. Su origen comunitario, ligado a la matanza y las fiestas populares, convierte cada servicio en un acto de hospitalidad y convivencia. Suele servirse en raciones generosas, invitando a los comensales a degustar un pedazo de historia.
Si planeas probar la Olla de San Antón, te recomendamos acompañar la experiencia con una visita cultural a Granada o sus pueblos cercanos. Huétor Vega, por ejemplo, combina su rica oferta gastronómica con rutas de senderismo, visitas a bodegas y un casco antiguo lleno de encanto.
Una experiencia gastronómica y cultural
La Olla de San Antón no es solo un plato. Es una experiencia cultural que invita a conocer la historia de la matanza, el origen de cada ingrediente y las costumbres asociadas a la cocina de invierno . En muchos restaurantes tradicionales de Granada, como el emblemático Restaurante Molina , se organizan cada año jornadas gastronómicas dedicadas exclusivamente a este guiso